domingo, 16 de diciembre de 2007

Cuesta de Moyano

Jose Ángel Berrueco escribe el 11 de diciembre el siguiente artículo de opinión en La Opinión de Zamora sobre la Cuesta de Moyano de Madrid:

"Hasta ahora no había logrado ver abiertas todas las casetas de la Cuesta Moyano. Cuando me acercaba hasta allí, fuera por la mañana o por la tarde, siempre estaban cerrando. Me daba tiempo a ver el muestrario de apenas media docena de casetas y, a medida que avanzaba, a mi paso los libreros cerraban sus puestos. A pesar de los carteles que, en cada caseta, indican el horario de apertura al público, los libreros de allí ponen el candado en cuanto ven que hay pocos compradores, que llueve o que ya han vendido lo suficiente. El sábado conseguí ver todas las casetas abiertas y esas mesas, llenas de saldos y ofertas, que colocan en hileras frente a los barracones. El viernes pasado, siguiéndole la pista a un libro, me condujo a la página web de uno de los puestos de la Cuesta Moyano. Sin esperanzas, dirigí mis pasos allí. Le pregunté al dueño de la caseta y me dijo que los ejemplares catalogados en la página web nunca estaban en la librería. Pero no había problema: lo traería a la mañana siguiente. Podría recogerlo el sábado. Abrirían durante toda la mañana. Quizá porque era festivo, o quizá porque los sábados hay más afluencia de paseantes, compradores y curiosos, el caso es que me encontré el espectáculo agradable de la Cuesta Moyano llena de gente, con las mesas repletas de libros viejos y raros y unas ofertas increíbles. Por ejemplo, uno de estos muestrarios ofrecía libros en inglés a unos treinta céntimos, o así: no recuerdo la cifra exacta, pero era inferior a los cincuenta céntimos. Tenían preparado el libro que había pedido y, ya que estábamos allí, aproveché la oportunidad. Me di un garbeo por las mesas. Compré libros a un euro. Entre ellos, uno de Elmore Leonard que llevaba un tiempo buscando: "Out of sight", de la que rodaron una película, "Un romance muy peligroso". Un euro. Edición de bolsillo y en perfectas condiciones. También encontré una novela algo ajada de Kenneth Fearing, un autor de género negro que me había recomendado el poeta Karmelo C. Iribarren. No tenían exactamente "El gran reloj", que era el que quería, pero por un euro me llevé otra de sus obras. De la Cuesta Moyano se va uno con olor a polvo y a tinta en los dedos. Con los ojos cansados de registrar minuciosamente cada hilera de libros y de leer los títulos, los autores y los precios de venta. Esa mañana de sábado, y también la víspera, la noche del viernes, había cuajado en Madrid una niebla espesa que me reconfortó mucho. Soy hombre de nieblas. Cuando hay niebla, mi ánimo mejora. El viernes corría por la ciudad un aire helado y húmedo y una gasa de niebla que, juntos, me trajeron a la memoria y a las manos y a los pies el ambiente invernal de Zamora. El viernes por la noche coincidimos unos cuantos en nuestro veredicto, al salir a la calle: "Hace un tiempo propio de nuestra provincia". Me recordó a mi tierra en invierno y en Navidad: cuando uno sale por la tarde a hacer un recado y se le congelan las manos y la nariz y no ve un carajo entre la espesura de la niebla, y la humedad y la helada, a pesar de todo, le hacen sentirse bien, como si ese clima fuera muy saludable para el cuerpo y para el espíritu. Helado, pero contento. Y la mañana del sábado, mientras rebuscaba con ojos de cazador de letras entre los cajones y el revoltijo de ejemplares de segunda mano de la Cuesta Moyano, no fue muy diferente. Estuvimos un buen rato entre los libros. Al poco tiempo, las manos y los pies dolían por culpa del frío. Pero los libros abrigan, y aún más la compañía, y ese fue quizá mi paseo más agradable y enriquecedor por la Cuesta Moyano. "

Para quienes estén interesados en la compra de algunos de los libros que menciona el autor del artículo os dejamos unos enlaces:

Elmore Leonard / Out of sight

Kenneth Fearing / El gran reloj

Libros de Elmore Leonard

Libros de Kenneth Fearing


Para quienes no conozcan la Cuesta de Moyano os dejamos el siguiente video:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un artículo estupendo.
Ya me gustaría a mí pasear por la Cuesta Moyano, aunque un poquito sí que lo he conseguido a través de estas palabras tan bien escritas.
Tendré que programar un viajecillo a Madrid.
Gracias por descubrirme este espacio.