domingo, 2 de octubre de 2011

En la bodega de Don Ángel (de la Cuesta de Moyano)

En un editorial del pasado 22 de agosto en el diario salvadoreño La Prensa Gráfica David Escobar Galindo escribe sobre un librero de la Cuesta de Moyano de Madrid a propósito de un pequeño almacén de libros que el librero aun no ha expuesto en su caseta de la Cuesta:
Viniendo de la Estación de Atocha, avanzo por la Calle de Peñuelas, en el Madrid tradicional, hacia el sótano de don Ángel Rodríguez. Don Ángel, a quien he conocido en una venta de libros viejos en la Cuesta de Moyano, es un madrileño rechoncho, de pelos blancos y gestos a veces pausados, a veces grandilocuentes, según sea el autor o el libro por el que se le pregunte. Yo ando en busca de títulos de Xavier de Montepin, folletinista francés del siglo XIX; y don Ángel me ha citado en su bodega, donde tiene bastante más que en su puesto de calle. El sótano es eso, justamente, y los estantes amontonados parecen una librería inocentemente clandestina. Ahí, en un entrepaño tenebroso, está prácticamente todo el Montepin publicado en la Biblioteca de Grandes Novelas del Editor Ramón Sopena, años 30 del pasado siglo. ¿Son grandes novelas las de Monsieur Montepin? Para nosotros, los adictos al folletín decimonónico, lo son. Se lo digo a don Ángel, que sonríe entre el bigote mal cortado. Le compro unas cuantas, las que me faltan, y salgo a la calle con la emoción de los descubridores que acaban de encontrar algún tesoro en tierra desconocida.

sábado, 1 de octubre de 2011

XXVI Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Alcalá de Henares

Hoy se ha inaugurado la XXVI Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, que se celebra en la Plaza de los Santos Niños de la ciudad complutense hasta el próximo 16 de octubre.

En los 38 stands se pueden encontrar libros de ocasión, saldo y lance a buen precio, ediciones descatalogadas de los cauces comerciales al uso y libros antiguos de notable valor y mérito. Acudirán firmas de Madrid, Valencia, Granada, Cádiz y Alicante.

Circuito ilegal de venta de libros antiguos en Perú

El director de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), Ramón Mujica, lamentó la existencia de un circuito comercial para libros antiguos. "Definitivamente hay un circuito para estas obras, uno de los libros desaparecidos es el de Erasmo de Rotterdam del siglo XVI, del que nos enteramos que hay sólo tres ejemplares en el mundo. Son libros que tienen un valor incalculable", refirió Mujica en declaraciones a la prensa.

Recordó que el "saqueo sistemático" de los libros en la BNP no es de ahora, sino que ha estado ocurriendo en los últimos 20 años. Agregó que los libros sustraídos tienen como destino coleccionistas nacionales e internacionales, los que lo consiguen a través de algunos vendedores de obras antiguas, así como por medio de páginas de internet.

En ese sentido, consideró importante la realización de un catálogo e inventario de libros antiguos, pues, no existe en la actualidad este tipo de documentos.Ante esto, el director formuló un llamado a los coleccionistas privados para que realicen un inventario del patrimonio cultural con el que cuentan. "Hay una legislación concreta que dice que todo lo que son objetos ya sean precolombinos, virreinales y de la (época de la) República, son patrimonio de la Nación y no pueden salir del país mientras que no estén inventariados", explicó. 

Hace unas semanas, la Biblioteca Nacional emprendió una campaña para recuperar en alianza con el Arzobispado de Lima los libros robados. Las devoluciones son totalmente anónimas para evitar responsabilidades penales y pueden entregarse en la parroquia El Sagrario, de lunes a viernes, de 15:00 a 19:00 horas, y los sábados, de 10:00 a 13:00 horas. Hasta el momento se han recuperado seis ejemplares antiguos y uno moderno.

Biblioteca Digital Vasca

Ya está en la red Liburuklik, una potente herramienta de búsqueda que permite acceder online a la Biblioteca Digital Vasca o, lo que es lo mismo, a los miles de documentos y libros publicado en Euskal Herria y/o relacionados con el euskera. El archivo se limita a documentos anteriores a 1940, para no crear problemas con los derechos de autor de obras recientes y, si bien nace con 3.000 títulos que pueden consultarse ya, antes de que termine el año se cargarán 300.000 nuevas páginas. 

Liburuklik promete ser una importante herramienta de trabajo para investigadores, estudiosos y aficionados a la cultura vasca quienes, a través de este portal, podrán acceder a los fondos de la Biblioteca Digital Vasca y a buena parte de los documentos y libros publicados en Euskal Herria hasta 1940. Liburuklik centraliza el acceso a los fondos de otras instituciones, como las bibliotecas del Parlamento Vasco, la Diputación Foral de Álava y la Fundación Sancho el Sabio, por ejemplo. Liburuklik busca así convertirse en un medio de conservación y difusión del patrimonio bibliográfico vasco.

Hasta el momento Liburuklik ofrece acceso a cerca de 3.000 títulos y 350.000 imágenes y hay ya preparadas 300.000 páginas más para su carga antes de fin de año. Los documentos más antiguos son dos manuscritos de 1458 y 1476. Los fondos se limitan a obras o documentos anteriores a 1940, para no ocasionar perjuicio a los derechos de autor. Sin embargo, se incluirán también títulos recientes si sus autores o propietarios de derechos dan permiso.

Crónica del primer viaje del explorador vasco Manuel de Iradier a África, publicada en 1881 en Vitoria-Gasteiz
 
Cómo usar Liburuklik

Liburuklik se basa en DSpace, una plataforma de software libre diseñada por el Massachussets Institute of Technology y HP Labs. Esta plataforma permite que los usuarios utilicen un potente buscador, desde el que acceder a los contenidos con búsquedas por título, autor, fecha, tema... En este sistema las diferentes secciones se organizan como comunidades. Estas son las comunidades existentes por el momento (basta hacer clic en una de ellas y buscar el título que deseamos):
Quienes deseen utilizar Liburuklik pueden hacerlo como visitantes o registrándose en el portal. Esta segunda opción les permitirá recibir en su correo electrónico notificaciones de los nuevos documentos que se añadan al fondo.

viernes, 30 de septiembre de 2011

X Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Torrevieja

La X Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Torrevieja (Alicante) abre sus puertas hoy viernes 30 de septiembre en el Paseo de La Libertad hasta el domingo 16 de octubre, en horario de mañana y tarde. Participan siete expositores proceden de distintas ciudades como Torrevieja, Altea, Granada, Murcia, Madrid y dos de Barcelona, contando con libros antiguos, restos de ediciones y libros de segunda mano. 

jueves, 29 de septiembre de 2011

XXIII Feria de Otoño del Libro Viejo y Antiguo de Madrid

La Asociación de Libreros de Viejo Libris organiza la XXIII edición de la Feria de Otoño del Libro Viejo y Antiguo. La Feria estará abierta al público en el Paseo de Recoletos de Madrid del 29 de septiembre al 16 de octubre de 2011, ambos inclusive, en horario ininterrumpido de 11 a 21 horas.

El título del libro publicado para la edición de este año será: Un infierno español, un ensayo de bibliografía de publicaciones eróticas españolas clandestinas (1812-1939) de Jean-Louis Guereña. Además, habrá una exposición en la caseta de información de Libris donde se exhibirán decenas de carteles publicitarios antiguos, todos ellos fabricados en chapa, de finales del siglo XIX del coleccionista Luis Esquirós.

En esta edición participarán 43 librerías anticuarias procedentes de diferentes lugares de la geografía española.



miércoles, 28 de septiembre de 2011

Tercera Feria del Libro Usado y de Ocasión de Caracas

Este año la Feria del Libro Usado y de Ocasión de Caracas se instala en el bulevar de Sabana Grande con 32 puestos de exhibidores y con un horario de 9:00 AM a 9:00 PM.

Esta tercera edición de la feria es impulsada por la Asociación Civil del Libro y la Lectura Aquiles Nazoa con el apoyo de la Alcaldía de Caracas, a través de la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte).

La feria inicia el jueves 29 de septiembre y culmina el domingo 2 de octubre.

domingo, 25 de septiembre de 2011

31 Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Pamplona

La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Pamplona, que celebra este año su edición número 31, ha instalado sus puestos de venta, al igual que el pasado año, en la Plaza del Castillo de la capital navarra, donde pueden visitarse las casetas de 16 librerías.

Hasta el domingo 9 de octubre, los aficionados al libro en general, los curiosos y todos los paseantes de la ciudad tendrán la oportunidad de mirar, rebuscar y comprar entre los miles de ejemplares que los libreros que participan en esta edición ponen a su alcance.

Las librerías participantes en la feria son El Bibliófilo, Iratxe, Abarzuza, Libros con Historia, F.Núñez, Sekhmet, Abarka, Miren Zaitegui, Luis Llera, El Asilo del Libro, Libros Pariente, Valdezate, Caracuel, Cajón desastre, Luces de Bohemia y Arranca Thelma.

jueves, 22 de septiembre de 2011

XXV Feria del Libro de Saldo y de Ocasión de Vitoria

Cartel de la feriaDesde el 23 de septiembre y hasta el 9 de octubre se celebra la vigésimo quinta edición de la Feria del Libro de Saldo y de Ocasión de Vitoria-Gasteiz, que se celebra en la avenida de Gasteiz y cuenta con 21 stands de librerías de la Comunidad Autónoma Vasca, de otros puntos de España, e incluso, desde Perú.
 
El horario será de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas (sábados y festivos, media hora más)

jueves, 15 de septiembre de 2011

60 Feria del Libro de Ocasión Antiguo y Moderno de Barcelona


Un año más vuelve al Paseo de Gracia de Barcelona la Feria del Libro de Ocasión Antiguo y Moderno, una feria con más de medio siglo de historia. Esta 60 edición se celebra desde el 16 de septiembre al 2 de octubre con un horario de 10 a 21 horas (salvo los domingos que inicia a las 11 horas) en el Paseo de Gracia.

jueves, 1 de septiembre de 2011

XXII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Benidorm

La XXII edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, instalada en la Plaza de la Hispanidad, se inaugura mañana viernes 2 de septiembre, a las 12 horas, y permanecerá abierta hasta el día 18. 

Las casetas de la feria son de librerías de Benidorm, de otras localidades de la comarca, así como de diversos puntos de la provincia y de España como Torrevieja, Murcia, Granada y Madrid.

sábado, 20 de agosto de 2011

Robot que escanea libros

ScanRobot es un robot creado por Treventus Mechatronics para scannear automáticamente páginas completas de libros en alta definición. Algunos de sus clientes son la Biblioteca de la Universidad de Innsbruck, el Centro Retrospectivo de Göttingen y el Centro de Digitalización de Munich.

Las imágenes scanneadas no tienen distorsión y disminuyen el costo de la digitalización de libros y otros documentos, es muy fácil de usar y require de poco mantenimiento.

martes, 9 de agosto de 2011

Quito, los últimos libreros

Artículo escrito por Diego Cazar Baquero y publicado en la edición impresa del 7 de agosto de 2011 del diario ecuatoriano El Telégrafo

Detrás de una planta que crece  junto a la puerta, las paredes están hechas de libros. Desde el fondo  suenan violines. Algunas de las sinfonías de Beethoven.Al entrar, a la izquierda del primer pasillo, Nelson Estupiñán Bass, Raúl Andrade, Benjamín Carrión, algunos volúmenes de la revista América, con su cubierta azul y rótulos escritos con marcador simple; a la derecha, la sección de Filosofía, Astronomía, muy poco de eso. Unos pasos más allá, las opciones aumentan: “Dosto”, Camus, Nicolás Guillén, Juan Carlos Onetti, Borges... y por fin, Osvaldo Rodríguez, un uruguayo de 68 años que ocupa el espacio que queda del otro lado de un pequeño escritorio de madera, y mira seriamente a través de unos lentes plateados, de cristales algo sucios sobrepuestos a sus ojos azules. A su lado, un recipiente de cristal lleno de dulces, libros recién llegados, una revista que recoge notas sobre la cultura quiteña, un volumen firmado por el autor en 1960: “A mi querido y viejo amigo Mariano Baca. Los mejores días de nuestra juventud... Jorge Icaza. 1960”.

Dedicado a los libros de por vida, a leerlos y a distribuirlos como agente, Osvaldo trabajaba hace treinta años para la venezolana Monte Avila Editores; viajaba con una valija llena de ejemplares y los ofrecía en las librerías americanas. En ese trajín conoció al ecuatoriano Édgar Freire, alumno de Lucho Carrera en su legendaria librería Cima, que se ubicaba sobre  la avenida 10 de Agosto y Santa Prisca, en donde trabajó durante décadas, incluso cuando el negocio fue absorbido por el grupo Científica y más tarde cuando Librería Española la compró. Édgar hacía los pedidos y Osvaldo, valija en mano, los atendía.

Carrera fue un famoso librero de los sesentas y setentas, de esos  que quedan pocos entre las calles del Centro Histórico, donde se afincaron las principales librerías de entonces, y de esos que inauguraron el oficio a punta de curiosidad y tiempo del bueno ocupado en las lecturas. “Yo conocía todas las huecas de libros viejos en aquella época y esta es una recreación histórica de lo que fue Quito”, dice Édgar, su cuerpo delgado extendido sobre una silla simple, su sonrisa sin recato, traviesa entre sus frases. Esta vez se refiere a la librería que maneja ahora, a sus 64 años, junto con Osvaldo. “Todo es una escuela”, insiste, en recuerdo de su maestro, de quien conserva una fotografía detrás de ese mismo escritorio pequeño que para nosotros es, de pronto, la mesa central de una salita improvisada donde ellos se disponen a recordar.

Sur Libros es un proyecto que rondaba la cabeza del uruguayo durante varios años, y hace apenas tres, desde el uno de octubre del 2008, se convirtió por fin en un refugio para algunos de los más deseados libros y para algunos de los más curiosos lectores que viven o que van de paso por esta ciudad. Pero también es el lugar donde quienes quieren hacerse de unos dolaritos pueden vender los  libros que ya no necesitan, que estorban en sus bibliotecas, que ya leyeron y quieren compartir, o que jamás volverán a leer.

El lugar nació con el lote de libros de Francisco Terán, un amigo de Rodríguez,  y se nutrió, en adelante, con el fondo del médico Max Ontaneda, con un contingente de bibliotecas de Humberto Toro, Domingo Paredes y una donación íntegra de Germán Rodas. Édgar Freire se incorporó a la empresa en el 2009, y desde entonces la dupla ha marcado la diferencia en el negocio de venta e intercambio de libros usados, pero, sobre todo, en el verdadero oficio.

Una mujer extranjera entra y pregunta por libros en inglés. “Sí, hay algo en aquel estante, mirá a ver si te interesa algo, pero, en inglés, la verdad, no hay mucho”, responde Osvaldo. “Pero, si querés ver más, mirá -se levanta, avanza unos pasos y orienta a la mujer con sus brazos extendidos-, tomás por Juan León Mera, unas seis cuadras hacia el norte y vas a encontrar un...”.

Sur Libros se distingue de aquellas librerías que compran libros por costales “y te ponen el precio del libro viéndote a los ojos: si brillan, valen más...” y es, seguramente, la última en su género. Eso queda claro cuando, al ojear un poco, uno se percata de que en alguna de las primeras páginas de cada uno de los miles de libros está escrito a lápiz el valor. “A lo que está marcado quitale el 20%”, aclara desde su curul Osvaldo, con su grave carraspeo y levantando un poco el tono de voz.

“La idea de este proyecto es que sepás que entrás acá y podés buscar directamente lo que te gusta o podés preguntarnos, puede ser que en algún caso nos olvidemos de algo, pues nosotros trabajamos exclusivamente de memoria y no tenemos máquinas, somos de antes, como podés ver. ¡Somos muchachos de antes!”. Al fondo, la música se interrumpe y en su lugar, la voz del locutor confirma que se trataba de la Sinfonía 8 en Fa mayor Op. 93. 

Para Osvaldo, cuando se trata de comprar libros a los clientes, es importante dar el mismo tratamiento a la gente que sabe lo que ofrece como a la que no lo sabe. “Compramos el libro como libro, aunque tenemos discusiones también, porque hay gente que pide por sus libros cosas que son imposibles”.

Para entenderlo mejor: un libro que está vigente, es decir, en circulación en el mercado editorial, adquiere un precio menor en relación con el precio normado por las perchas comerciales. Depende de la edición del libro, del año, y el cálculo se realiza según el estado en el que se encuentra el ejemplar, de acuerdo con la calidad de su encuadernación, al estado de sus páginas interiores.

Los más vendidos en Sur Libros son Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Simone de Beauvoir; sin embargo,   la prioridad para sus propietarios son los autores ecuatorianos “como una tradición que hay que recuperar, porque aquí el escritor ecuatoriano es maltratado”. De estos, los que más salida tienen son Jorge Icaza, Jorge Enrique Adoum y Huilo Ruales Hualca.

Édgar suelta su teoría: “Hay autores que nunca pasan de moda como Cortázar o Borges. Siempre nos llegan libros de ellos que enseguida se venden. Pasa lo mismo con este Roberto Bolaño, muchos jóvenes vienen y piden sus libros”. Calla de pronto, gira su cuerpo hacia atrás y me alcanza una carpeta que contiene dentro la obra Oficios del río, de Filoteo Samaniego, acompañada con láminas de grabados de Galo Galecio. ¿Cuánto por esto? “¡25 dólares menos el 20% de descuento! Fíjese que el plus de esto son los grabados, ¡mire qué maravilla!”. Más Beethoven desde el fondo. Esta vez, la voz sedante anuncia Claro de luna. Yo hago una pregunta al respecto, silenciosa, con un gesto señalo mi oreja y miro hacia arriba.

“La música es una cuestión de estética y de respeto al cliente -reacciona Osvaldo-; a veces también pongo tango o jazz”. Édgar se junta con tono de protesta: “¡Es que ya es suficiente con tanto reguetón, tanta tecnocumbia y esas cosas que se escuchan todo el día en la calle y en los buses!”. Remata con una risa generosa y adivina  la nueva anécdota que contará su colega: “Para ser librero se necesita una paciencia jobiana y ganas... ¡Además, toda la vida dedicada a lo mismo, qué más vas a hacer! ¡No podés hacerte médico!”. Osvaldo imposta seriedad.

De otra estantería provienen tres tomos de una compilación de Jorge Carrera Andrade. Son tres elefantes blanquecinos con un elegante garabato en la cubierta  que hace alusión a la firma del vate. -¿Y estos, cuánto cuestan? -70 dólares, los tres tomos, -responde Osvaldo, y lo justifica: “Esta es una edición rara y muy simpática por los errores que tiene: resulta que alguien fue contratado para hacer la traducción al inglés y dicen que es una traducción desastrosa (…), hasta yo me di cuenta -bromea de nuevo-, así que circuló muy esporádicamente por vergüenza”. Edgar interviene: “Este caso fue motivo de una bronca cultural de carácter doméstico, pero en general, muy pocos clientes tienen la conciencia clara de lo que es comprar un libro de segunda mano o medio extraño”.

Son ya cerca de las seis de la tarde. Pronto van a cerrar. Durante mi estadía no ha llegado mucha gente. Me cuentan que algunos clientes visitan la librería dos o tres veces por semana, saben lo que buscan y permanentemente ofrecen sus libros y compran otros. “A nosotros lo que nos emociona es la visita de gente joven”, dice uno de ellos y no importa quién, pues el otro asiente.

Pero, ¿qué tan rentable resulta llevar adelante esta empresa, si la cantidad de clientes que llega es muy baja? “La idea original era que este proyecto nos permitiera vivir, pero no, nos hemos convertido en gestores culturales -aunque sonría o llore- gratuitos. Porque esto no da. Disfrutás de una cantidad de cosas pero no alcanza eso para todas las necesidades de la librería, entre eso, para cubrir dignamente los salarios”. Sin embargo, coleccionistas, escritores, estudiantes, catedráticos o turistas ya ubican a Sur Libros como uno de sus objetivos vitales.

-Entre tantos libros y lecturas, ¿ustedes deben escribir mucho, no? -Edgar escribe, yo no, ni cartas. Ya hay tanta gente haciendo papelones, no voy a hacer yo más papelones”, sentencia Osvaldo, mientras muestra una foto de Fidel Castro dedicada por él mismo a Ernest Hemingway y fechada en 1956. Luego, una primera edición de El Proceso de Nuremberg, una copia de un cuento inédito de Hemingway titulado Vendetta of Mr. Pons, escrito a máquina, apenas repisado con tinta azul por el autor. -¿Y esto? ¿Cómo lo conseguiste? -¡Se dice el pescado pero no se dice el pescador! Ríe. ¡Osvaldo por fin ríe con nosotros! Son las seis. La música termina y la planta junto a la puerta queda ahora adentro, sola, hasta mañana.

sábado, 6 de agosto de 2011

Feria del Libro Viejo de Santander

La Feria del Libro Viejo de Santander reúne, desde hoy sábado 6 de agosto, en los Jardines de Pereda a 15 librerías procedentes de diferentes lugares del país y, de ellas, tres son cántabras, como 'Carmichael Alonso Libros', de Lloreda de Cayón, y 'Librería San Quintín' y 'Librería Paco Roales', de Santander.

Por otro lado, la exposición bibliográfica está centrada este año en la figura y la obra del "navegante, periodista, poeta del mar, e ilustre santanderino" José del Rió Sainz, 'Pick'. La muestra contará con reseñas en la prensa gráfica, manuscritos, libros, primeras ediciones y fotografías que ilustran la vida de este poeta santanderino. El escritor José Manuel Pastor, autor del libro 'Leyendo a Pick', ha recogido casi 4.000 artículos periodísticos de principios del siglo XX hasta 1936, así como su obra poética, y ha conformado un libro donde se muestra la época del autor, "el mundo de Santander, de la montaña y del resto del país".

La Feria del Libro Viejo de Santander se celebrará hasta el día 21 en los Jardines de Pereda, con horario de 11 a 14 y de 17.30 a 21 horas.

jueves, 23 de junio de 2011

Valoraciones de libros antiguos gratis en la Feria del Libro de Dundalk (Irlanda)

Desde las 11 a las 17 horas del próximo sábado  25 de junio, Eamonn de Burc, librero anticuario de De Burca Rare Books, proporcionara valoraciones gratuitas en la Feria del Libro de la ciudad de Dundalk (Irlanda). 

La Feria cuenta con la participación de 12 librerías.

domingo, 12 de junio de 2011

Dos nuevas librerías en la Villa del libro de Ureña (Valladolid)

Dos nuevas librerías especializadas se incorporan a la Villa del Libro de Urueña (Valladolid). Se trata de 'La Bodega Literaria' y 'El Grifilm'.

'La Bodega Literaria' fue fundada en la localidad riojana de Haro por el librero Sergio Escudero del Río en el año 2002 y se ubicará en el número 15 del Corro de Santo Domingo. Este espacio cuenta con un fondo de 10.000 libros. El 20 por ciento es libro antiguo (hasta 1905) y el resto es libro viejo y usado. Dicho espacio cuenta además con literatura hispanoamericana contemporánea, Generación del 27, primeras ediciones y ejemplares de Farmacia, Medicina y Ciencias del siglo XVIII y XIX.

'El Grifilm' está dirigida por Inés Toharia Terán e Isaac García Llombart. Situada en el Corro de Santo Domingo, sustituye el proyecto de la librería 'El 7'. Procede de la localidad galesa de Hay, donde se encuentra ubicada la primera Villa del Libro del mundo y las especialidades de esta librería son segunda mano, cine, música, literatura digital y otros. En el interior de todas las novelas que hayan sido adaptadas al cine se incluye una pequeña nota con los datos de las películas.

domingo, 22 de mayo de 2011

Librería Palinuro en Medellín (Colombia)

Luis Alberto Arango Puerta dice que ama los libros y que por ellos navega con placer. En la Librería Palinuro atiende este hombre que con cariño habla con sus clientes y le da cabida a nuevos autores que buscan que su trabajo literario pueda conocerse.


En la Librería Palinuro este hombre habla con amor de sus pasiones. La literatura, la música y las tertulias hacen parte de sus historias. Un personaje jovial y entusiasta para conversar tintiando.

No fue que el azar, la suerte o la casualidad de ese 15 de abril de 1947 se confabularan. Ese día los planetas tampoco se alinearon de forma extraña y mucho menos hubo un hecho histórico que marcara el futuro de Luis Alberto Arango Puerta.

Los verdaderos 'conspiretas' para que este administrador de empresas fuera un enamorado de la música colombiana, la brasileña, el jazz y la literatura fueron Oscar Arango y Lucía Puerta, sus padres.

Las armoniosas tonadas de la guitarra de su padre le aguzaron el oído mientras que de su madre heredó el gusto por las letras, las artes y la literatura.

El maraquero, como lo conocen sus amigos porque imitaba a los maraqueros de los tríos, es jovial, entusiasta y místico en todo lo que hace.


En la Librería Palinuro, ubicada entre Córdoba y Perú, en el centro de la ciudad, Luis Alberto está rodeado por más de 5.000 ejemplares de literatura.


De muchos habla con propiedad, y de los que no conoce, por mero gusto, investiga para hacer una tertulia con cada uno de los clientes que a diario abarrotan el acogedor lugar.


Extraído de un artículo en ElColombiano.com


Al hilo de esta librería el escritor colombiano Héctor Abad publicó el 29 de agosto de 2009 en el diario El País un divertido artículo en torno a una primera edición de Poeta en Nueva York, que reproducimos a continuación:


Siempre quise volver a tener la primera edición de Poeta en Nueva York. Por superstición, por fetichismo, por nostalgia. Explico la superstición: creo que se leen mejor las primeras ediciones que las sucesivas. Explico el fetichismo: una vez que estuve enamorado regalé, en un acto de locura inexplicable, una primera edición de Poeta en Nueva York. Explico la nostalgia: amo las ediciones de Séneca, esa gran editorial que fundara Bergamín en su exilio mexicano.


Tengo, con tres amigos, una librería de viejo en Medellín. Se llama Palinuro y es un cuchitril que está en el centro. Los socios somos el cómico Valencia, que hace reír una piedra, el bohemio Obregón, un clon de Valle Inclán que bebe de noche y duerme de día, alias El Maraquero, que es el administrador, un calvo redimido del alcohol por los libros, pero tan miope que no ve nada a un metro de distancia, y yo, que escribo cuentos sin parar, para mantener a mis hijos.

Como el Maraquero es miope, en Palinuro se viven robando libros. La mayoría de los robos no tienen importancia. Borrachitos o drogadictos entran en la librería, se meten cualquier cosa en el bolsillo y pasan a venderla a otra librería que está cerca. En general estos robos se compensan solos. Los ladrones le roban también al colega y lo que por agua se va, por agua viene, porque casi siempre regresan a vendernos, a precio de huevo, lo que le roban a nuestro vecino. Justicia poética.

Pues bien, hace poco más de un año, estuve a punto de comprar otra vez la primera edición de Poeta en Nueva York, hermosa, intacta, con el prólogo de Bergamín, los dibujos de Federico. Estaba entre los libros de la biblioteca de un muchacho que había muerto de sida y cuyos familiares no querían tocar ni sus libros por miedo al contagio. Cuando compramos esta biblioteca los socios nos juntamos para ponerles precio a los libros más raros y aunque yo hubiera querido valorar Poeta en Nueva York en pocos dólares, el bohemio Obregón consideró que esa edición costaba por lo menos cinco mil. Hasta ahí llegaron mis ímpetus de comprador, y el gran ejemplar, perfecto, fue a dar a la vitrina de curiosos de Palinuro, no sin que antes la perfecta caligrafía del bohemio Obregón, pusiera con lápiz, en la última hoja, esta inscripción: "Primera edición. Rara. US $ 6000". ¿Por qué seis mil? Le preguntamos. Por si piden rebaja, contestó.

El Maraquero es miope. Dos meses después, se habían robado el libro. Los socios hicimos una reunión de emergencia. Visitamos al vecino. No estaba allí. Hicimos una inspección a los demás anticuarios de la ciudad. En vano. Preguntamos entre los más reputados ladrones de libros de Medellín. Nada.

Cada año, por el aniversario de Palinuro, yo hago un almuerzo para los socios de la librería, sus hijos y esposas o concubinas. Es un almuerzo de esos largos en los que la comida se sirve a la hora de la cena, y la única vez al año en el que el Maraquero se permite tomar un par de vinos tintos. La fiesta se acaba cuando el bohemio Obregón se duerme en el sofá, con un cigarrillo prendido en la boca, lo cual suele ocurrir hacia las cuatro de la madrugada. Esta vez, por desgracia, la reunión se acabó hacia las nueve de la noche, y fue disuelta antes de que pudiéramos servir siquiera la comida.

Ocurrió que a eso de las seis y media de la tarde el cómico Valencia se acercó al sitio donde yo guardo mis tesoros bibliográficos. Una primera edición de Machado, firmada. Sus Obras Completas (editadas también por Séneca). Varias primeras de Borges y de León de Greiff. El cómico Valencia volvió de su pesquisa con un libro en la mano: la primera de Poeta en Nueva York, 1940. Se la entregó en silencio al bohemio Obregón. Obregón la abrió por la última página. Se la pasó al Maraquero. El Maraquero acercó sus ojos de miope a cinco centímetros de la página y dijo lo que estaba escrito a lápiz, con la letra de Obregón: "Primera edición. Rara. US $ 6000".

Se hizo un silencio largo. Nadie me pasó el libro a mí, pero todos me miraban. Miraban al ladrón. Yo no sabía qué pensar ni qué decir. "Estás pálido", dijo una esposa. "Estás rojo", dijo una hija. "Estoy sudando", pensé yo. No podía explicarlo. Yo no había cogido el libro, lo juro. Yo no lo había traído a mi casa. O yo no recordaba, por lo menos, haber robado el libro. Sentía culpa, y no sabía de qué. Pero ahí estaba, a la vista de todos, el cuerpo del delito. Y todos sabían también de mi superstición por ese libro; de mi fetiche; de mi nostalgia.

Me senté en un taburete. El bohemio Obregón fue el primero en hablar. "Esto es intolerable", dijo. "Yo no me lo robé", dije. "¿Y entonces por qué está aquí?", preguntó el Maraquero. "No sé", dije. El cómico Valencia también terció: "Si tanto lo querías, te lo hubiéramos regalado". Todos los invitados callaban y miraban. "El libro debe volver a la librería", dije.

La reunión se puso incómoda. La alegría de siempre se convirtió en cuchicheos inaudibles. Los invitados se fueron yendo antes de que sirviéramos la comida. Antes de las nueve yo estaba solo en la sala de la casa, con el libro en la mano, atónito. Nunca supe qué pasó. Alguien tenía que haberlo puesto allí. No sé si ustedes me crean que yo no lo robé. Ahora el libro está en la Librería Palinuro de Medellín, Carrera Córdoba, esquina con Perú, por si lo quieren comprar. Primera edición, intonsa. Seis mil dólares. Si piden rebaja, lo dejamos en cinco mil.

sábado, 21 de mayo de 2011

Google Books comienza a digitalizar los Libros Antiguos en color

Hasta hace poco Google Books digitalizaba los libros antiguos anteriores a 1800 en blanco y negro para ahorrar espacio y mejorar la legibilidad. Desde hace poco la compañía de Internet está empezando a mostrar los libros en el color original. 

Google ha hecho caso a las peticiones que muchos investigadores y lectores habían solicitado a través del
blog de Dan Bloomberg y Groetsch Kurt, miembros del equipo de Google Books. 

Las razones para colorear los ejemplares antiguos son la preservación de su valor cultural  y artístico y la posibilidad de que los lectores vean la tipografía e ilustraciones en su forma prevista.

En su blog han presentado estos ejemplos:

Secunda centuria, das ist das ander Hundert der Evangelischen Wahrheit

Johann Nass, 1568




Thargum, hoc est, Paraphrasis Onkeli Chaldaica in sacra Biblia : ex Chaldaeo

Paul Fagius, 1546



viernes, 20 de mayo de 2011

Feria de Libros Usados en Caracas

Con la participación de 20 libreros de Caracas fue instalada este jueves 19 en la plaza El Venezolano, parroquia Catedral, la Feria de Libros usados. Permanecerá hasta este domingo 22 para, posteriormente, trasladarse a otros espacios públicos.
 
Del 26 al 28 de mayo la feria permanecerá en el bulevar César Rengifo, parroquia El Cementerio; del 2 al 4 de junio visitará la plaza Candelaria y desde el 9 hasta el 12 de junio estará en el Parque Ezequiel Zamora, ubicado en El Calvario. En el paseo Anauco, parroquia La Candelaria, se instalará los días: del 16 al 19 de junio, del 23 al 26 de junio y del 30 de junio al 3 de julio.

martes, 17 de mayo de 2011

II Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Plasencia

La II edición de la feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Plasencia se mantendrá instalada en la Puerta del Sol hasta el próximo día 29 de mayo con una decena de libreros llegados de Madrid, Valencia, Barcelona y Castellón, entre otros. 

El horario de apertura de la Feria es de 9.30 a 14.00 horas y de 18.30 a 22.00 h. En un principio por las tardes se abría a las 17.30 horas pero se retrasó una hora, a petición de los libreros, por el calor vespertino que retrasa la salida a la calle del público.  

sábado, 14 de mayo de 2011

Feria del Libro Antiguo y de Ocasión en Cartagena (Murcia)

30.000 libros de segunda mano y antiguos están a la venta en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, abierta hasta el próximo día 29 de mayo en la Plaza de Juan XXIII de Cartagena (Murcia).
 
La Feria permanecerá abierta todos los días en horario de 10.30 a 14.30 y desde las 17.30 horas hasta que haya público.

La encuadernación de libros con piel humana

Por sorprendente que nos pueda parecer la encuadernación de libros con piel humana (también llamada bibliopegia antropodérmica) fue algo de lo más habitual en el siglo XVII y se ha practicado hasta el pasado siglo.
Existen numerosos ejemplos de libros encuadernados con esta técnica que han llegado hasta nosotros, desde  tratados sobre anatomía que fueron forrados con la propia piel del cadáver diseccionado hasta testamentos forrados con la piel del testador.
A principios del siglo XIX, en el Reino Unido era costumbre habitual usar la piel de los criminales ejecutados para encuadernar libros. Durante la Revolución francesa, las pieles de los nobles guillotinados se usaron para encuadernar ejemplares de la constitución francesa o ediciones completas de Rousseau, pensador del cual se mofaban los nobles.

Algunos ejemplos de Bibliopegia antropodérmica:
  •  Entre los libros raros de la  Langdell Law Library de la Universidad de Harvard existe un tratado sobre leyes españolas cuyo título es Practicarum quaestionum circa leges regias Hispaniae y que en su última página dice "la encuadernación de este libro es todo lo que queda de mi querido amigo Jonas Wright, quien fue desollado vivo por los Wavuma en el cuarto día del mes de agosto de 1632". Los Wavuma se cree que era una tribu africana de la que ahora es la actual Zimbabwe.
  •  En 1821 el asesino John Horwood "prestó" su piel al lomo de un libro donde se puede leer “Cutis vera Johannis Horwood” (piel verdadera de John Horwood). Actualmente está en el Bristol Record Office.
  • En 1831, a la muerte de Jacques Delille, un afamado escritor de la época, un ferviente admirador se coló en el tanatorio y le arrancó la piel para encuadernar sus ejemplares.
  • En 1833, la piel del famoso bandolero James Allen sirvió para encuadernar un recopilatorio de todas sus fechorías.
  • En 1890 se cuenta que Isidore Liseux, editor francés de libros eróticos, conseguía la piel de los pechos de las mujeres fallecidas en el hospital de Clamart (París). Incluso existe un ejemplar de Elogio de los senos de las mujeres (Éloge du sein des femmes), de Mercier de Compiégne, dónde tanto en la portada como en la contraportada, se pueden ver las protuberancias de los pezones.
  • El astrónomo y escritor Camille Flammarion, felicitó a una condesa por la suavidad de su piel. La condesa, al morir de tuberculosis años después, hizo que le enviaran esa piel que él había elogiado para encuadernar uno de sus libros.
  • 1958, el encuadernador Dard Hunter, contó que una viuda le mandó la piel de su difunto esposo para encuadernar todas sus cartas de amor.

Jornada sobre "Bibliofilia y mercado en el siglo XXI"

En la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense, se celebró el pasado 3 de mayo una jornada sobre Bibliofilia y mercado en el siglo XXI. Organizada por el grupo de investigación sobe el libro antiguo Bibliopegia, dirigido por los profesores Antonio Carpallo y Fermín de los Reyes su objetivo era aproximar la bibliofilia y la librería anticuaria al ámbito académico, dada su importancia en la conservación y transmisión del patrimonio bibliográfico.

viernes, 13 de mayo de 2011

Bibliofília en Buenos Aires

Por Maximiliano Gregorio-Cernadas, para el diario La Nación , en artículo publicado para la edición impresa el 29 de abril de 2011.

La bibliofilia, el amor por el libro como objeto de colección, tuvo su auge en Buenos Aires entre los siglos XIX y XX, merced al interés de una elite ilustrada que adquirió en Europa bibliotecas enteras y formó colecciones notables (Arata, Cárcano, Bunge, Gallardo, Llobet, Zorraquín Becú, Vogelius, Mayer). Muestra de ello son los 40.000 ejemplares reunidos por Jorge M. Furt, que se conservan en la estancia Los Talas, a unos 20 kilómetros de Luján. O los 60.000 títulos de la colección Quesada, hoy en Berlín. Un glorioso pasado que alcanzó su cenit a mediados del siglo XX.

Aquella "bibliópolis" de rango mundial (según Rubén Darío y Paul Groussac), famosa por sus escritores, editores, libreros y bibliófilos, mantiene su crédito como la plaza del libro antiguo más importante de Latinoamérica. Mario Vargas Llosa ha dicho que una de las razones por las que le gustaría vivir un tiempo en Buenos Aires son sus librerías. La Asociación de Libreros Anticuarios de la Argentina (Alada), fundada en los años 50, reúne a cincuenta libreros. Su presidente, Alberto Casares, afirma que la asociación, que desde 2004 organiza la Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires -única en el continente y must de la agenda porteña-, vive su mejor momento.

Librerías, libreros y bibliófilos
Una minoría sofisticada de librerías anticuarias ofrece libros antiguos (previos a los siglos XVIII o XIX) y de lujo. La mayoría, en cambio, se ocupa de libros raros, agotados, de colección, decorativos o preciosos, que atraviesan cronologías. Luego están las librerías de viejo, ocasión o lance, con libros descatalogados o usados. En rigor, la mayoría cuenta con un poco de todo y se define por lo que predomina. A los libros se suele sumar una vasta iconografía antigua en soporte papel (mapas, fotos, documentos, etcétera).

Las temáticas comunes son argentinas e hispanoamericanas y las especiales, fotografía (Poema 20); correos, gráfica, tabú (El Faro del Fin del Mundo); alemán, latín (Henschel); franceses ilustrados (Víctor Aizenman, El Incunable); idiomas (Glyptodon); teatro (Ávila; La Teatral); derecho (Platero). El gusto del coleccionismo fue nacional y americanista (siglo XIX), europeizante (inicios del XX), nacional (XX) y desde el año 2000 parece inclinarse por las vanguardias literarias.

En los fascinantes locales de estos libreros se accede a otros tiempos y espacios: atmósferas londinenses (Antique, Poema 20, Casares), gabinetes nobles del siglo XVIII (Aizenman), escenografías históricas (Ávila, donde en 1785 funcionó la primera librería del país). Algunos locales se ubican en sótanos (El Incunable, Cueva Libros, Platero), trastiendas (Fernández Blanco, Glyptodon), departamentos (Henschel), edificios históricos (El Faro), galerías (Pampeana, Lord Byron, Mireya), hogares (Manos Artesanas; Del Plata) y laberintos (Huemul).

Los buenos libreros apuestan al vínculo personal con sus clientes ("No vendo a quien no veo", confiesa Llobet), asesorando, cuidando el trato y ofreciendo servicios como catalogar y reparar libros, permutar o canjearlos. Organizan lecturas con café y hasta "chocolates de los jueves" para atraer viudas. Al cabo, el librero es un bibliófilo al que le cuesta deshacerse de sus mejores libros. Sosa y Lara, de Lord Byron, define su oficio como "un ida y vuelta entre un cliente especializado y un librero que se nutre de ese conocimiento y lo devuelve".

"El librero es un psicólogo -explica Gustavo Breitfeld, que tiene ambos títulos- y esto es como un vicio, una droga, la adrenalina del buscador de tesoros. El psicoanálisis trata de descubrir en el inconsciente lo reprimido, mientras que en el libro busco lo que no me dice para ponerlo en valor."

Entre libreros y compradores, el médium es el catálogo, libro sobre libros, quintaesencia de la bibliofilia, motivo de coleccionismo y fuente de criterios para valorar un ejemplar. Esos criterios son múltiples: la proyección cultural de la obra, la edición (pirata, príncipe, revisada, rara, numerada); el estado del libro (lomo fatigado, tiros de polilla; los cantos desparejos revelan agregados y el olor a goma, restauraciones); la estética (encuadernación lujosa o firmada, medio marroquí o florones en el tejuelo, ilustraciones, papel, tipología); partes (hojas de respeto, guarda, pestaña); provenance y marginalia ; la demanda y existencia; si figura en bibliografías (Suárez, Palau).

"El que compra con pasión hace negocio", explica Breitfeld. Casares, por su parte, agrega que eso requiere "intuición, buen gusto, mirada abarcadora y rápida, olfato, sensualidad en la mano, paciencia y saber escuchar a dos grandes maestros: el libro que nos habla y el cliente que nos enseña su especialidad". No obstante, pese a tener tantas cosas en común, señala Ana María Lacueva, "jamás nos pondríamos de acuerdo sobre un precio".

El rematador que vendía libros antiguos entre vajillas y carruajes (Bullrich ha sido pionero en esto) cuenta hoy con especialistas en tasar y catalogar ejemplares únicos que subastan ante agentes de grandes coleccionistas locales (Porcel y Blaquier) y extranjeros.

La fama hosca de los libreros se desmiente con la cohesión de Alada. El prejuicio de métier masculino cede ante la abundancia de damas libreras como Elena Padin Olinik, de Helena de Buenos Aires, rematadoras (María Saráchaga), coleccionistas (Larguía), encuadernadoras y artistas de ex libris. Los bibliófilos, por su parte, revelan su espiritualidad (Navia define su pasión "como un pianissimo de Rubinstein") y sociabilidad. Un centenar se reúne en la prestigiosa Sociedad de Bibliófilos Argentinos (1928), explica Padorno, su vicepresidente. Renacen las tertulias, las donaciones en vida y la idea de que "los particulares prolongan la vida del libro antiguo mejor que una biblioteca, pues le dan más cariño y cuidado" (Aquilanti). A la leyenda de un duelo atávico entre codiciosos libreros y pícaros bibliófilos, Almeida responde: "Todos amamos los libros y estamos del mismo lado".

Artesanías y cuidados

Los restauradores y encuadernadores son los artistas del libro. Algunas librerías, por ejemplo Antique, tienen los propios (Carlos Guerrero), aunque la mayoría es independiente, como la multipremiada María Sol Rébora; Andrés Casares, que aprendió técnicas secretas de maestros franceses; o Graciela de la Guardia, dama de vasta cultura, formada en Japón y Francia, con lista de espera mundial y un taller encantador. La encuadernación puede ser una obra de arte, firmada y coleccionable, pero no siempre beneficiosa. Antes se estilaba encuadernar todo a la francesa (agregando tapas y guillotinando hojas), arruinando ediciones originales. Hoy se prefiere respetar lo que el libro trae, dejar primeras ediciones en rústica y en rama (sin abrir), y encuadernar lo previo al siglo XVIII con pergamino y rama abierta (borde desparejo), aunque, observa Aizenman,"hay cierto fetichismo en nunca encuadernar; la encuadernación puede alterar o jerarquizar el libro".

Un socio fiel del libro antiguo es el ex libris ("Este libro es de", en latín), viñeta con emblema y leyenda alusivas al coleccionista o su tema. La grabadora Eva Farji, interesada en sus alegorías, refiere su origen noble y heráldico, que se remonta al Renacimiento, y su etapa burguesa, profesional y artística, con el auge del libro y el diseño, a fines del siglo XIX. A principios del XX, los amigos de los ex libris comenzaron a reunirse. En nuestro país, María Magdalena Otamendi de Olaciregui (cuya colección se conserva en la Biblioteca Nacional) fundó la Asociación Argentina de Ex Libristas. El ex libris atrajo a artistas como Norah Borges y Pío Collivadino. Hoy tiene estupendos artistas (Grupo de Amigos del Ex Libris/Gadel, Luis Mc Garrell Gallo) que crean por encargo (¡Carlos Menem se hizo uno!) y fieles coleccionistas (Vast y Dellepianne Cálcena).

La fragilidad del libro exige recaudos. Contra el polvo aconsejan leerlo (se airea solo), guardarlo en bibliotecas Thompson o cajas, y para curarlo de plagas (dermétidos, xilófagos o "taladros" y gorgojos), envolverlo con celofán en el freezer o agregarle cantos dorados que ahuyentan insectos además de adornar. Conviene cuidarlo de la humedad, sol, calor, animales y fumadores, exhibirlo y catalogarlo desde los 3000 ejemplares, cuando falla la memoria y se puede soñar con dar nombre a la colección.
El futuro de los libros del pasado

El libro antiguo circula entre decesos, divorcios, viajes, apremios, donaciones, estancias, porteros asociados a libreros o cartoneros que los liquidan como papel. "Se tiran millones", dice López Medus. "Veinticinco años después de haber prestado un libro, lo reencontré en una librería de usados", cuenta Vega Andersen.

El futuro del libro antiguo reniega de sus clichés. Si bien cierran librerías (L'Amateur), son más las que abren (La Teatral, El Vellocino de Oro, Gotcha's Books, Los Siete Pilares), en un proceso de renovación generacional, cambio de perfil profesional y sofisticación de la plaza, con jóvenes libreros y perspectivas modernas (Sirinian, Breitfeld, Koch, Aquilanti, Lüchter Bunge). Cada vez más especializados y menos diletantes, parece no obstante inmortal la imagen del librero bohemio, "devoto del libro como fenómeno en la vida del hombre y del sentido misional de una librería", acota Llobet.

De a poco, el libro antiguo vuelve a interesar a la dirigencia, se reconoce su aporte al acervo cultural y su falso elitismo. "Un ejemplar interesante cuesta igual que un par de zapatillas", afirma Fullone, de la Librería Del Plata. Basta escoger un buen tema, dejarse asesorar y adquirir poco y bueno.

Los stocks libreros (el mayor es el de Fernández Blanco, con más de 200.000 ejemplares), los tesoros públicos y las colecciones privadas demuestran que queda mucho en Buenos Aires. Los extranjeros no se han llevado todo; los libros tienen su destino (dijo el poeta Horacio), que es circular, yendo y viniendo del exterior, pues también los argentinos adquieren afuera. Un mundo integrado -dicen- promueve este circuito del cual nuestra ciudad forma parte vendiendo, comprando, visitando ferias, actualizándose e integrando organizaciones internacionales, como Breitfeld, Aizenman y García Cambeiro.

También los remates, Internet y el Estado expanden el sistema: la Biblioteca Nacional adquiere y cuida donaciones, el Gobierno porteño promueve librerías de valor patrimonial, la Feria del Libro Antiguo y, este año, las actividades derivadas del nombramiento de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro (Unesco).
Pero ¿qué explica el placer del bibliófilo ante el vértigo de saber que no bastará su vida para leer lo que posee? Acaso lo mismo que aqueja a todos los hombres: la conciencia de la finitud y el anhelo de asirse a un objeto que supere el tiempo, pues los hombres pasan, los libros quedan y en esa inmortalidad radica, según Llobet, "la fuerza invencible del libro antiguo".

Si los libros, como afirma Whipple, son "faros erigidos en el vasto mar del tiempo", Buenos Aires es una costa resplandeciente para cualquier náufrago existencial.

EXQUISITOS, EFICACES Y LEGENDARIOS

Casi tan variados como los volúmenes que se agolpan en sus estanterías son los perfiles de los libreros. Los hay exquisitos (Aizenman, Diran Sirinian), eficaces (Lacueva, Casares, los Breitfeld), conversadores (López Medus, Miguel Ávila), tradicionales (Mireya Pardo, Rodolfo Luchter Bunge, Lucio Aquilanti). No faltan ni el apostólico (Jorge Llobet), ni el legendario (Antonio Rago), ni el detectivesco (Roberto Di Giorgio), ni el cordial (Raúl Almeida), ni el sistemático (Vega Andersen). Pero, en cualquier caso, como señala Alberto Casares, "el ideal reúne cualidades de bibliófilo (colecciona), bibliotecario (cataloga), estudioso (trabaja el material) y comerciante (compra y vende)"

BUSCADORES DE PERLAS

Entre "el refinado sensualismo intelectual y las múltiples emociones que proporcionan al espíritu las andanzas en pos de los libros" (Buonocore), circulan compradores por metro (decoran bibliotecas y lámparas), deportistas (pescan ocasiones), fetichistas (los dejan intonsos), profanos (buscan " El principito de Maquiavelo"), estetas (gozan con el tacto del pergamino y el perfume del cuero), excéntricos (adquieren ejemplares del mismo título para cada hijo), desesperados (esconden lo que no pueden adquirir) y bibliófilos consumados, como Eduardo Sadous, que, cual cazadores, relatan sus hazañas, muestran sus trofeos y sueñan con la suerte de quien en 1910 adquirió una Biblia de Gutenberg por 80 pesos en Lavalle y la vendió por una fortuna al Museo Británico.

BIBLIOFILOS Y FAMILIAS

La bibliofilia es una manía menor que, sin recaudos, puede conducir a perversiones como el fetichismo, la cleptomanía y la bibliopatía, y convertirse en "agente de mortificación familiar", dice Guillermo Gasió. Están quienes comprometen las finanzas (ocultan sus compras o se privan de comer), el espacio (algunos requieren departamentos enteros para sus bibliotecas), la higiene del hogar o la atención de las señoras. Circulan anécdotas escalofriantes sobre vengativas viudas que venden bibliotecas "con los pétalos de las flores del velorio todavía en el piso" y "falsas viudas" que liquidan libros de un supuesto "difunto" infiel. "El libro es la peor amante pues junta tierra y bichos, es caro, ocupa lugar y roba el tiempo de los maridos", concluye Ávila.
DIRECCIONES DE LIBRERIAS ANTICUARIAS

Víctor Aizenman
Las Heras 2153 PB "A"

The Antique Book Shop:
Libertad 1236

Alberto Casares:
Suipacha 521

Librería Fernández Blanco:
Tucumán 712

Poema 20:
Esmeralda 869

El Incunable:
Montevideo 1519

Librería Platero:
Talcahuano 485

El Faro del Fin del Mundo:
Galería Libertad, Libertad 1240

La Librería de Avila:
Alsina 500

Librería-Editorial Histórica Emilio J. Perrot:
Azcuénaga 1846

Manos Artesanas:
Uruguay 1368

El Glyptodón:
Ayacucho 734

Librería del Plata:
Guido 1927 PB "A"

Henschel:
Reconquista 533 1° "C"

Pampeana y Lord Byron:
Galería Las Victorias, Libertad 948

Mireya y otras librerías:
Galería Buenos Aires, Florida 835

Huemul:
Avenida Santa Fe 2237

Tupy:
Paraguay 1268

Graciela de la Guardia
(restauradora y encuadernadora):
Montevideo 1621 PB "A"

Grupo de Artistas de Ex Libris:
www.gadelargentina.blogspot.com

domingo, 1 de mayo de 2011

Encontrado un libro de más de 500 años en un desván

El vendedor de libros usados Ken Sanders se encontraba recientemente evaluando libros que podían ser destinados al fondo del museo de la pequeña ciudad de Sandy, al sur de Salt Lake City (Utah), cuando se ha encontrado ls sorpresa de su vida.

Ken estaba evaluando los libros usados que los habitantes de Sandy le habían estado trayendo, cuando se ha encontrado un ejemplar de la Crónica de Nuremberg de la edición original alemana fechado en 1493 e impreso por Anton Koberger.

Desgraciadamente el libro antiguo estaba en mal estado y le faltaban algunas páginas. Según el anticuario John Windle si esta obra estuviese en buen estado podría valer hasta un millón de dólares.

El dueño del libro se negó a ser identificado, pero Sanders informó que la edición le fue heredada por su tío abuelo y había estado en el ático durante décadas acumulando polvo.

sábado, 30 de abril de 2011

IV Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Coslada

Tres casetas procedentes de Granada y de Madrid exponen sus ejemplares descatalogados en la IV Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Coslada, desde el 27 de abril y hasta el 16 de mayo.

miércoles, 20 de abril de 2011

Llega la 35 Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Madrid


Del 6 al 22 de mayo, en el Paseo de Recoletos de Madrid, se celebra la "35 Feria del Libro Antiguo y de Ocasión" organizada por la Asociación de Libreros de Lance de Madrid.

En esta edición participan 35 libreros de Madrid, 4 de Barcelona, 1 de Sevilla, 1 de Pamplona y 2 de Granada. Cuarenta y cuatro serán los pabellones instalados en el Paseo de Recoletos, uno de ellos destinado a informar a los visitantes, la venta de carteles y libros conmemorativos de la Feria.

Entre las entidades colaboradoras estaráIberLibro.com - el mercado online de alcance mundial con 110 millones de libros nuevos, antiguos, agotados y de ocasion, puestos a la venta por miles de librerías de todo el mundo.

Como en años anteriores, se publica una obra sobre tema madrileño. Para la Feria de este año se edita el libro Siete Domingos Rojos, de Ramón J. Sender. Con prólogo de Carlos García-Alix.

* A lo mejor no vas a poder acudir a la feria ¿quieres buscar el libro "Siete Domingos Rojos" entre las librerías de antiguo y de ocasión?
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martes, 19 de abril de 2011

VIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Alicante


El Gremio de Libreros de Lance de la Comunidad Valenciana ha organizado la VIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, a la que llegan 13 librerías de Alicante, Valencia, Murcia, Madrid y Barcelona. Estarán disponibles unos 100.000 libros hasta el 2 de mayo, en el paseo de Federico Soto.


Uno de los libros estrella de la Feria será el ejemplar del año 1580 titulado "Institucions del furs y privilegis del Regne de Valencia".

sábado, 16 de abril de 2011

El libro "De humani corporis fabrica" de Vesalius al completo

La Biblioteca Palafoxiana de Puebla (México) posee la única edición íntegra del libro De humani corporis fabrica, el libro que revolucionó el estudio de la anatomia impreso en 1543 por el médico belga Andrea Vesalius. Este es uno de los últimos hallazgos del acervo de la biblioteca, que está integrado por 45.000 libros antiguos.

Este libro tuvo menos de mil ejemplares, pero casi todas las que sobreviven están incompletos porque desde su aparición fue perseguido, destruido y mutilado ya que su autor fue el primero en usar cadáveres humanos para enseñar anatomía cuando sólo se permitía enseñar medicina abriendo cuerpos de animales.
 
Los textos y los 300 dibujos del libro De humani corporis fabrica, fueron los primeros en demostrar que el aparato circulatorio del ser humano empieza en el corazón y no en el hígado; que el cerebro está envuelto en una especie de bolsa, que los pulmones y el aparato digestivo están separados por una membrana y que el maxilar humano es diferente del de los animales porque está hecho de una sola pieza y no de dos.

Cuando tenía 28 años de edad, Andreas Vesalius renunció a ser profesor de anatomía en la Universidad de Padua (Italia) y, acompañado de una caravana de mulas, atravesó los Alpes rumbo a Basilea (Suiza) para imprimir un libro. Era la primavera de 1543 y el joven médico, nacido en Bruselas, sacrificó su prometedora carrera académica a cambio de sacar a la luz su obra titánica De humani corporis fabrica; libro que echó por tierra muchas de las teorías del griego Galeno que se habían mantenido vigentes más de mil años. El libro fue publicado el verano de ese mismo año.

A Andreas Vesalius la originalidad de sus estudios le valieron el calificativo de “bárbaro” entre otros médicos pues fue el primer universitario de Padua que sustituyó las clases tradicionales de anatomía, en las que se diseccionaban animales –monos, cerdos y borregos-, por otras en las que se abrían cadáveres de criminales ejecutados, práctica que era considerada como “impía”, “sucia” y “desvergonzada” y que Vesalius pudo adoptar gracias a un juicio que ganó a los 25 años.

Su éxito fue también su mayor lastre. Sus detractores, defensores de Galeno, le negaron consecutivamente el retorno a las cátedras en Italia, así que tuvo que volver a Bruselas, donde se dedicó al servicio imperial de Carlos V y Felipe II; este último evitó que Vesalius fuera juzgado y condenado por la Inquisición, bajo acusaciones de abrir a humanos vivos. A cambio la iglesia le conmutó la pena capital por una peregrinación a Jerusalén, ciudad de la que nunca regresó, debido a una enfermedad que le atacó en el camino.

A lo largo de 663 páginas, con 300 ilustraciones, rectificó numerosos errores de Galeno. Primero rechazó que el esternón estuviera dividido en siete segmentos, que el hígado tuviera cuatro o cinco lóbulos y que los seres humanos tuvieran un “recto abdominal” como los simios. Estudió el cerebro y desmintió que existiera una red de vasos en la base de ese órgano, como había supuesto Galeno. 

La obra utiliza en su título la palabra “Fábrica” porque tiene connotaciones arquitectónicas. Ponerle ese título sirvió para destacar la importancia de la disección y de lo que desde entonces se llamó “visión anatómica” del cuerpo humano.

Extraído de un artículo publicado en El Universal.

El libro de Nostradamus

Fuente: Noticia de Agencia de Noticias Quadratin

En el verano de 1934, el doctor Max de Fontbrune recibió a un hombre desconocido en su consultorio de Sarlat. No se trataba de un paciente, sino de un bibliófilo según le dijo. Había viajado desde París con el propósito de tratar con él acerca de una traducción, pues el doctor era también un especialista en latín y griego.

Se trataba de un libro especial: Prognostication/ nouvelle & prediction por tenteuse pour composee pair maistre Michel Nostradamus, docteur en medicine, de Salon de Craux en Provence, nommee par Ammianus Marcelinus. Era la primera edición de Lyon publicada en 1554 por el impresor Iean Brotot de las centurias, los versos proféticos del célebre Nostradamus.


El frontispicio era muy bello; a pesar de la requisitoria contra los astrólogos y los magos realizada por el vidente en una carta a su hijo César —como una cura en salud frente a la Inquisición— los dibujos eran grabados en madera de símbolos zodiacales y de instrumentos mágicos como un podio para consultar en un libro mágico los secretos de la clarividencia.

El doctor de Fontbrune también gustaba de los libros antiguos. Esta era una joya, pues muchas de otras ediciones del mismo siglo XVI no eran completamente fieles a los textos originales. Se reunían en este libro las predicciones nostradámicas escritas en latín con algunas partes en griego, lo cual permitía evitar los errores de malas traducciones posteriores.

El bibliófilo convenció al doctor de Fontbrune a realizar una nueva traducción de las centurias. Un trabajo emprendido principalmente por el interés literario, pues la complejidad en nombres, símbolos y referencias de las cuartetas, convertían en un reto su traslado al francés buscando, lo más posible, no se perdiera la cadencia original de los versos en latín.

El dueño de esa primera edición dejó una tarjeta con su nombre y una dirección que a la postre resultaron falsos. Este personaje desapareció así misteriosamente de la escena dejando el valioso libro en posesión del doctor de Fontbrune, quien se aplicó a la traducción cuya primera versión sería publicada en 1938.

Un año después de esta historia, otro traductor trabajaría también con un ejemplar de esta obra, pero con un fin distinto. Se trataba del esotérico suizo Karl Ernst Kraft. Su misión era acomodar las centurias para coincidir favorablemente con la causa de Adolfo Hitler, quien había conocido algunas de las cuartetas que auguraban supuestamente su advenimiento. Kraft, dedicado a la astrología, se había relacionado con la Gestapo al predecir en 1939 el atentado de Georg Elser contra Hitler, conocido como la Explosión de la Cervecería, pues este ingeniero suabo colocó ahí de manera fallida una bomba la cual explotó después de la retirada del dictador.

Joseph Goebbels se propuso usar para la propaganda la traducción de Karl Ernst Kraft del libro de Nostradamus. Una primera edición restringida de 300 ejemplares se distribuyó en la primavera de 1940 entre miembros de la élite nazi. Esto lo relata el historiador ocultista británico Ellic Howe en su raro libro titulado Los niños de Urania.

Este autor fue también espía y participó en el Departamento de Guerra Sicológica dependiente del M15 en Londres dirigido por el húngaro Louis de Wolh donde se interpretaban a los astrólogos alemanes consultados por los líderes nazis, se falsificaban revistas ocultistas para provocar desinformación las cuales se enviaban clandestinamente detrás de las líneas enemigas, e incluso se hacían operaciones de espionaje a través de “viajes astrales” como los de la medium Anne, esto de acuerdo a un libro, Mujeres en el espionaje, de J. Bernard Hutton, funcionario del gobierno checoslovaco quien conoció a esta agente tan especial .

El problema con el libro de Kraft comenzó cuando alguien comparó su versión y la publicada en francés dos años antes por el doctor de Fontbrune. Las centurias que podían relacionarse con la guerra en Europa y con Hitler y Mussolini eran completamente desfavorables en la traducción e interpretación de Fontbrune quien auguraba la invasión alemana de Francia a través de Bélgica y el surgimiento de un general quien con la ayuda de aliados retornaría victorioso para liberar a su país del dominio germano (esta alusión adelantada a Charles de Gaulle, junto a las referidas a la derrota de Hitler, contribuiría a renovar después de la guerra el prestigio profético de Nostradamus).

Durante la ocupación alemana de Francia, la Gestapo además de dedicarse a la persecución de los judíos y a buscar miembros de la Resistencia, tuvo una sección especial dirigida por Helmut Knochen para tratar asuntos secretos como buscar la sede del Kahal, apoderarse de los archivos de la francmasonería y decomisar libros peligrosos, tales como la traducción de Nostradamus del doctor de Fontbrune, quien habría de morir plácidamente diez años después de terminada la guerra, creyendo ser un predestinado.

Su hijo, Jean-Charles de Fontbrune —quien acaba de morir en diciembre pasado— continuó su obra y fue autor de un libro muy exitoso en los ochenta, “Nostradamus, historiador y profeta”. En su última obra alegaba por cierto acerca de la predicción nostradámica de la crisis financiera mundial como un preludio apocalíptico.

El traductor contraparte de Max de Fontbrune, el suizo mistificador Karl Ernst Kraft, tuvo un final trágico. Después de caer de la gracia de los nazis quienes lo acusaron de ser en realidad un agente doble al servicio de los británicos, fue quemado vivo en el campo de concentración de Dachau, unos días antes de la llegada de los Aliados.

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