En la bodega de Don Ángel (de la Cuesta de Moyano)
En un editorial del pasado 22 de agosto en el diario salvadoreño La Prensa Gráfica David Escobar Galindo escribe sobre un librero de la Cuesta de Moyano de Madrid a propósito de un pequeño almacén de libros que el librero aun no ha expuesto en su caseta de la Cuesta:
Viniendo de la Estación de Atocha, avanzo por la Calle de Peñuelas, en el Madrid tradicional, hacia el sótano de don Ángel Rodríguez. Don Ángel, a quien he conocido en una venta de libros viejos en la Cuesta de Moyano, es un madrileño rechoncho, de pelos blancos y gestos a veces pausados, a veces grandilocuentes, según sea el autor o el libro por el que se le pregunte. Yo ando en busca de títulos de Xavier de Montepin, folletinista francés del siglo XIX; y don Ángel me ha citado en su bodega, donde tiene bastante más que en su puesto de calle. El sótano es eso, justamente, y los estantes amontonados parecen una librería inocentemente clandestina. Ahí, en un entrepaño tenebroso, está prácticamente todo el Montepin publicado en la Biblioteca de Grandes Novelas del Editor Ramón Sopena, años 30 del pasado siglo. ¿Son grandes novelas las de Monsieur Montepin? Para nosotros, los adictos al folletín decimonónico, lo son. Se lo digo a don Ángel, que sonríe entre el bigote mal cortado. Le compro unas cuantas, las que me faltan, y salgo a la calle con la emoción de los descubridores que acaban de encontrar algún tesoro en tierra desconocida.
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